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NAVEGANDO EL CAMBIO - AUTISMO EN LA ADOLESCENCIA

La adolescencia representa un período de cambios profundos y transiciones significativas para cualquier individuo. Para los jóvenes con trastorno del espectro autista (TEA), estos cambios pueden ser especialmente desafiantes. En este artículo, exploraremos cómo prepararnos para la adolescencia y ayudar a nuestros adolescentes con autismo a navegar con éxito por este período de su vida.

Entendiendo la doble transición

Es esencial comprender que los adolescentes con autismo están atravesando una doble transición. No solo experimentan los cambios típicos de la pubertad y el desarrollo físico, sino que también pueden enfrentar dificultades adicionales debido a su TEA. Los desafíos pueden incluir dificultades sociales, ansiedad aumentada y adaptación a los cambios físicos y emocionales.



Preparación para cambios físicos

Al igual que con cualquier adolescente, los cambios físicos son una parte inevitable de la pubertad. Para un joven con autismo, estos cambios pueden ser desconcertantes o incluso alarmantes. Es crucial tener conversaciones abiertas y claras sobre los cambios que están ocurriendo en su cuerpo, usando un lenguaje que sea comprensible y cómodo para ellos.



Habilidades sociales y emocionales

Los jóvenes con autismo pueden tener dificultades para manejar las situaciones sociales y emocionales complejas que pueden surgir durante la adolescencia. Los entrenamientos en habilidades sociales pueden ser muy útiles para prepararlos para interactuar con sus pares. Asimismo, las terapias cognitivo-conductuales pueden ser efectivas para manejar la ansiedad y otros problemas emocionales.



Independencia y autodeterminación

La adolescencia es un período en el que se fomenta la independencia y la autodeterminación. Para los adolescentes con autismo, esto puede requerir apoyo adicional. La enseñanza de habilidades de vida diaria, como cocinar y administrar el dinero, así como las habilidades de autodefensa, puede ser de gran ayuda.



Transición a la vida adulta

Finalmente, es importante comenzar a planificar la transición a la vida adulta. Esto puede incluir la planificación para la educación postsecundaria, la vivienda y el empleo. Trabajar con un planificador de transiciones puede ser útil para asegurar que se tengan en cuenta todas las necesidades del adolescente.


En conclusión, la adolescencia es un período de cambios significativos y desafíos para los jóvenes con autismo. Con la preparación y el apoyo adecuados, estos jóvenes pueden navegar con éxito por la adolescencia y hacer una transición efectiva a la vida adulta.